Bienvenido a los rincones oscuros del cuartito del fondo de la mente (que dark lo mio). Disfrute su estadía... y si no vuelve... probablemente sea la mejor decisión que haya tomado en su vida... creame, me consta!

miércoles, 26 de octubre de 2011

Soy Rosarino, odio el carril derecho (Parte II)

Cuando no solo es andar derecho

Otro problema fundamental se da cuando además de apretar acelerador, freno y embrague (no sea terco, que está bien escrito, “embrIague” es otra cosa que definitivamente no debiera mezclar con el uso del embrague), también hay que girar el volante.

La idea de que alguien tiene precedencia por sobre mi, es una idea que a los rosarinos nos cuesta. Será que somos tan orgullosos de nosotros mismos, y que nos consideramos los mejores de los mejores, que nos vamos para el otro lado, y de orgullo pasa a egoísmo puro. Esto hace que cuando tengo que ir derecho, la prioridad de paso la tengo yo y no el otro. Cuando tengo que doblar la prioridad de paso la tengo yo y no el otro. Cuando tengo la derecha la prioridad de paso la tengo yo y no el otro. Cuanto no tengo la derecha la prioridad de paso la tengo yo y no el otro (para estas alturas se entiende de lo que hablo, no?).

Para eso nos valemos de herramientas diabólicas, que es nuestra propia interpretación de la ley de tránsito. Que, sépanlo, cuando habla de la prioridad de paso del que viene por la derecha, no dice que el que tiene la derecha tiene la prioridad de paso siempre y en las condiciones que el de la derecha quiera. De hecho, son pocas las situaciones donde prevalece el derecho de paso para quién viene por la derecha. No le digan a un abogado que se los dije, porque ellos cobran por esto, pero nuestra exageración al respecto, viene de que el lugar del auto que chocamos se ve fácil. Determinar para la ley, si yo venía con el tránsito o no, es más complicado.

Y como para complicarla mas, sabemos de esto, entonces, ¿qué hacemos? Toreamos… hasta el último centímetro metemos el auto en la bocacalle a ver si el otro frena o si freno yo.

Significa que si alquila usted, señor turista, un auto en Rosario, sepa que lo van a torear, y cuando usted frene, el que está atrás suyo lo va a putear diciendo cosas como “pedazo de pelotudo, no te das cuenta que te está frenando” o “pasala por encima a la vieja hija de p…”. No se altere, es normal. Siga su marcha y no se enfrasque en discusiones que para usted no tienen sentido, dado que los rosarino SIEMPRE tenemos razón.

Como de costumbre cuando hablamos de tránsito, el peatón está impaciente… no se preocupe, que en la próxima publicación le sacamos mano a usted!

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