Hoy arranca la primavera!!! la estación del amor, de las flores. Es el comienzo de los días de calorcito. En fin... es el comienzo de la época del año mas dulce!!!... y dejenme decirles... las cosas dulces me dan arcadas.
Resulta que hasta las subculturas que rehuyen del sol, hoy están en el parque, al aire libre, con sus flequillos extraños, con su ropa negra, y su piel blanca, casi traslúcida (recién ahora entiendo un poco mas porque me confunden con esos Emos...). De pronto todos simulamos por un día que nada está mal, que todo está bien y que la vida es linda y feliz.
Pues permitanme opinar al respecto.
El amor... si lo tenés, es de todo el año, a menos que quieran volverse vouyeristas y echarse un rapidito en el parque al lado del matrimonio y los chicos haciendo un picnic. Si ese es el caso, dejeme decirle que eligió muy bien el día, y un gran enhorabuena, por la nueva actividad que está por emprender. Dejeme decirle que el matrimonio, quisiera dejar a los pibes en el auto y acompañarlos. Suele pasar cuando uno se anima a algo radical, que la gente mira mitad con asco y mitad con envidia.
Las flores. ¿Hoy en día, quien no es alérgico al polen, al polvillo de esos malditos plátanos, a los panaderos que vuelan (no, no me refiero a un tipo amasando pan en un aladelta), y cualquier otro de esos polvillos de mierda que salen al ambiente en primavera? Y me parece que soy solo yo que ve que cada año, mas cantidad de gente es alérgica a todo, el que no se está poniendo gotas en los ojos, aspirando gotas en la nariz, o en las orejas (de pronto me acordé de cuando fui a la Creamfields...).
Y llegando al peor de todos. Los días de calorcito. Enfatizo la parte de día. No soporto el frío, realmente lo sufro, pero sufro mas este clima de media estación, donde salgo a la mañana emponchado con buzo y campera, y vuelvo del trabajo en camisa arremangada.
Esto tiene un efecto voraz, económicamente hablando. Se preguntará usted porque, aunque seguro que le pasó lo mismo que a mi, por lo que lo asume. El año pasado solo, perdí 2 buzos y 3 camperas (de esas medias finas, de media estación como ya mencionamos). Salgo de casa abrigado que si en bolas parezco el muñeco de michelin, imaginese usted lo que parezco con una campera que no me puedo ni mover.
Al salir de trabajar, campera gruesa, campera fina y buzo todo en mano, me voy de aca para alla, no necesariamente a mi casa, parás aca, parás alla. Siempre en algún lado o el buzo o la campera fina se te queda en algún lado y no te das cuenta de que la perdiste hasta que la buscás para ponertela de nuevo.
Usted podría aducir que las pérdidas económicas inducidas en mi balance anual por la primavera, no son realmente causadas por la primavera, sino por ser distraído. Yo le respondo a eso que tiene usted razón en algo, soy distraído y olvidarme de las camperas y buzos es responsabilidad mía. Pero culpo a la primavera como autora intelectual de estos hechos delictivos, por traer una amplitud térmica tan grande para un solo día.
Es la falta de consideración de la primavera por la comodidad de la gente, que hace que me levante en armas contra la estación mas publicitada. Por egoísta y egomaníaca, por desagradecida de toda la buena publicidad que le hace la gente, y no tener ningún gesto en retribución! Digale NO a la primavera!
